La terapia familiar, también conocida como terapia sistémica, se centra en las relaciones y dinámicas familiares para abordar problemas emocionales y de comportamiento. En lugar de centrarse únicamente en el individuo, la terapia familiar considera a la familia como un sistema interconectado en el que los problemas de un miembro afectan a todos los demás. Se utilizan técnicas de comunicación, resolución de conflictos y reestructuración familiar para mejorar las relaciones y promover un ambiente familiar más saludable.

Síntomas:

Los síntomas tratados con terapia familiar pueden incluir conflictos familiares, problemas de comunicación, problemas de conducta en niños y adolescentes, trastornos alimentarios, adicciones, entre otros.

Signos de alarma:

  • Disfunción familiar significativa que afecta el bienestar emocional y físico de los miembros de la familia.
  • Problemas de conducta o emocionales en niños y adolescentes que interfieren en el funcionamiento familiar.
  • Crisis familiares, como divorcio, enfermedad crónica o pérdida, que requieren apoyo adicional para adaptarse y ajustarse.